Tuesday, August 4, 2009

GOLPISTAS

Luz Ernestina Mejía

En esta hora de angustia y de esperanza, de emociones encontradas, prevalece la grandeza del pueblo hondureño. Aun en contra de la carencia de escrúpulos y del cinismo de unos cuantos, emerge la verdad. La desinformación no llega a tener la efectividad que buscan imprimirle sus promotores. Estupefacción despiertan los que viajaron por la vida como modelos de rectitud y hoy en procura de una causa dudosa, no vacilan en mentir y en atropellar. Nada les importa el sufrimiento de compatriotas sorprendidos en su buena fe, ni de la familia del joven al que engañado con promesas monetarias, lograron victimizar con los fines más aviesos. Y sin consideración al dolor ocasionado, pretenden incarnos otra de sus farsas y con ellos culpar a quien no fue. Como es que les creímos? Como es que pudieron sorprendernos? Les supimos desprendidos y hoy resultan obcecados y burdos alegando falsedades imposibles de sostener. Como es que repudiaban la corrupción y la abrazaron? Porque buscan destruir vidas y bienes confiados a la impunidad? Y la credibilidad lograda en una vida se les diluye en un segundo ante un fajo de billetes? ¿Qué paso? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Como es que tan idealistas no pudieron manejar el poder? Como es que fueron absorbidos y perdieron la noción del tiempo, del espacio y de la dignidad? Es que el poder puede ser tan dañino? No es que solo es asunto de saberlo manejar? Y creyendo ofendernos, nos enaltecen llamándonos golpistas. Golpistas porque golpeamos sin tregua, la corrupción y la ilegalidad. Golpistas porque sin importar sacrificio golpeamos a los agresores de nuestra patria y de nuestra libertad? Golpistas a mucha honra. Cualquier adjetivo será preferible a aquel con que ellos, sus cómplices y encubridores, serán señalados para siempre. El que marcara la existencia de quienes malversaron los dineros del pueblo y le robaron la alegría, la educación y la seguridad a los niños y a las niñas de Honduras?


Publicado en:

Diario El Heraldo

23 de julio, 2009


Saturday, July 18, 2009

Generacion por Cambio Comunique

Generación por Cambio (Generation for Change) is a politically independent organization comprised of young adults who are deeply concerned about the political ambivalence and growing instability in Honduras. Generación por Cambio was established with the primary objective of defending the Honduras Constitution and the rule of law against the administration of Manuel Zelaya Rosales and his Executive Branch of Government who have blatantly and repeatedly disregarded the rule of law, and violated the Honduras Constitution in his quest for hyper-presidency. With a firm commitment to create change, Generación por Cambio has organized creative and powerful events to protest against and denounce Zelaya’s attempts to consolidate power at the Executive Branch of Government and perpetuate himself in the position of President indefinitely. Unfortunately, our actions have generated attention to the point where some of our members where violently attacked outside the presidential palace by pro-Zelaya agents, a clear indication of the polarization, lack of tolerance, and overall tension that the Zelaya administration had generated in Honduras prior to his constitutional removal from office on June 28th, 2009. Furthermore, over the past couple weeks, in harmony with other pro-democratic groups and organizations, we have successfully managed to rally hundreds of thousands of Honduran youths and young adults throughout the country in an attempt to show the world that we are a united in our cause for freedom.
Generación por Cambio declares the following position statement to our friends and allies throughout the free world:

  1. We adamantly and unequivocally reject the return of Mr. Manuel Zelaya to Honduras unless he is willing to face the charges he is accused of including treason. Furthermore, we urge you not to support the reinstatement of Mr. Zelaya under any circumstances. We strongly believe that if reinstatement is mediated, even under the strictest of conditions, we would still be under the influence of Venezuela’s Hugo Chavez and our nation’s democracy as we know it would never survive.
  2. We denounce the actions and partiality of international media and international organizations like the OAS that consistently ignored the Honduran people’s cries for help prior to Mr. Manuel Zelaya’s constitutional deposition.
  3. We firmly reject any and all threats, insults and interference by Venezuelan President Hugo Chavez in Honduran affairs and towards Honduran civil society.
    We will not tolerate impositions by foreign organizations or governments in matters that are of concern only to Honduras.
  4. We support the mediation efforts by Mr. Oscar Arias, president of Costa Rica and we are grateful for his knowledge, wisdom and expertise. We hope this mediation will be successful. We are grateful for the solidarity of intellectuals, politicians, independent media and several international democratic organizations that have shown the world what has happened in Honduras in an objective and intelligent manner, and ask for their continued support.
  5. We appeal for your assistance for an honest and transparent dialogue, in search of accords in favor of the strengthening of our democracy through the realization of transparent and fair elections on November 29, 2009.
  6. To the people of the United States of America and the free world, with which we have collaborated throughout our history, we plea that you help us defend and ultimately sustain the same freedoms of which your country prides itself. And we beg that before aligning your nation with regional tyrants, yielding the liberty of seven million Hondurans to an uncertain destiny, that you should consider the very principles on which America stands, and if the great men of your past would have allowed a sister nation to lose the precious gifts of democracy and democracy.
  7. Finally, we call upon the international community, to respect the self determination and sovereignty of nations as the basis of peaceful coexistence in the world

Comunicado - Generación X Cambio

Nosotras y nosotros, Generación por el Cambio, somos un grupo de jóvenes preocupados por el clima de incertidumbre e inestabilidad que vive nuestra Honduras. Deseamos dejar constancia pública de nuestra posición y con entusiasmo y energía contribuir a la construcción de la nueva nación que todas y todos aspiramos.

Generación por el Cambio expresa su voluntad firme y continua por defender la Constitución y las leyes, independientemente de quienes ostenten los cargos públicos. Es por ellos que deseamos manifestar a la comunidad internacional lo siguiente:

  1. Rechazamos en forma rotunda, el regreso del Sr. Manuel Zelaya Rosales a nuestro país, a menos sea para enfrentar la justicia por los cargos que se le imputan.
  2. Repudiamos las amenazas, insultos o injerencias del Sr. Hugo Chávez Frías hacia nuestro país y sus ciudadanos;
  3. Exigimos un dialogo transparente y honesto, apuntando siempre al logro de acuerdos a favor de la profundización de nuestra democracia mediante la realización de elecciones el próximo 29 de noviembre.
  4. Queremos dejar plena constancia de que no admitiremos imposiciones de ninguna nación extranjera u organismo internacional en asuntos que son de nuestra absoluta competencia.
  5. Apoyamos las gestiones de mediación realizadas por el presidente de la hermana república de Costa Rica, Señor Oscar Arias y hacemos votos por el éxito en su labor. Asimismo, agradecemos la solidaridad mostrada por intelectuales, políticos, prensa independiente y otras organizaciones democráticas internacionales, ya que con objetividad e inteligencia han mostrado al mundo la realidad de los hechos ocurridos en nuestro país.
  6. Finalmente, hacemos un llamado a la comunidad internacional, en especial a organismos y países amigos, que respeten la autodeterminación y soberanía de los pueblos, ya que esto es la base de la pacífica en el mundo.

Informes Revelan que Hugo Chávez quiere una Masacre en el País

Hugo Chávez ha sido denunciado por centenares de muertos en operaciones militares y golpistas.
Informes a los que tuvo acceso EL HERALDO revelan que en el país está en marcha una conspiración gestada desde Caracas por el presidente y ex militar golpista Hugo Chávez.
La conspiración pretende desestabilizar el país mediante acciones armadas de grupos irregulares, ligados al narcotráfico o provenientes de Nicaragua, según estos informes.
Como parte del plan chavista, se pretende la toma del aeropuerto Toncontín, bloqueo de las principales carreteras, paralizar instituciones públicas y hospitales y fabricar una masacre durante enfrentamientos inducidos contra policías y militares.
La orden, que habría sido girada por militares infiltrados chavistas y sandinistas en el país, es atentar contra negocios, destruir medios de comunicación, quemar vehículos y cometer actos de vandalismo, obligando así al uso de la fuerza militar y policial.
Un capitán naval venezolano de apellido Rodríguez (demás nombres se mantienen en reserva), es quien coordina la rebelión para los días viernes y sábado. La operación militar intervencionista terminaría con la toma de Toncontín, según confesó a EL HERALDO una fuente de entero crédito.
El “plan Chávez” contempla que sean miembros de pandillas, a quienes se pagó entre 300 y 500 lempiras, los que encabecen las manifestaciones.
Su misión será sublevarse a la autoridad hasta la provocación de disparos.
Una vez surjan los primeros disparos, los grupos irregulares infiltrados dispararán contra los mismos manifestantes, con el fin de fabricar una masacre que desestabilice y provoque una anarquía en el país.
Magnicidio
Pero la conspiración, según fuentes a las que tuvo acceso EL HERALDO, va más allá.
Se ha confirmado que en Colón, Gracias a Dios y Olancho se han conformado células armadas que intentarán ingresar a Manuel Zelaya Rosales.
Se ha definido como un punto probable La Mosquitia hondureña, por ser una zona inhóspita, con poco control policial y dominada por los carteles de la droga. Una banda que domina el mercado de la droga en Colón y otros sectores del litoral estarían colaborando en la operación.
Efectivos inmiscuidos en labores de inteligencia y contrainteligencia afirman que el plan es que Zelaya entre al país custodiado por grupos irregulares.
Sin embargo, advierten que no hay garantías de que Zelaya, al pasar de objetivo político a militar, sea víctima de una conspiración.
Ayer se confirmó que en Cilín, Colón, se ha detectado la presencia de al menos 100 hombres armados.
Las declaraciones de Zelaya, en el sentido de llamar a la insurrección al pueblo serían parte del “plan Chávez”, aunque Zelaya podría desconocer los alcances de toda la operación subversiva planeada en Caracas y que se podría ejecutar desde Nicaragua.
Chávez ya hizo el primer intento por fabricar una masacre el pasado 5 de julio, cuando ordenó a miles de manifestantes a invadir la pista.
Ese día, Chávez confesó que dirigía la operación militar y que estuvo en contacto con los manifestantes durante todo el recorrido hasta llegar a Toncontín.
Zelaya sobrevoló la pista, sin embargo, no pudo aterrizar por los obstáculos que puso la Fuerza Armada hondureña.
El presidente depuesto no hizo intentos por aterrizar en otras pistas del país, donde no había manifestantes. Desde el avión, pidió a la población invadir la pista, lo que indujo los enfrentamientos con militares y policías. El saldo: un muerto.
Finalmente, la operación militar denominada “enjambre de abejas” fracasó, ya que según el mensaje escrito en la pizarra de la oficina que ocupaba Chávez, el objetivo era provocar muertos, heridos y desesperación en las personas.
* Objetivos:
- Masacre. Chávez buscará, desde hoy hasta el sábado, una masacre de manifestantes.
- Vandalismo. Pandilleros han sido contratados para delinquir.
- Toncontín. Se pretende la toma del aeropuerto.

Tuesday, July 7, 2009

Zelaya's Point of No Return

Zelaya's Point of No Return
The world community is right to have second thoughts about restoring the ousted Manuel Zelaya to power in Honduras
Michael Lisman
Tuesday July 7 2009


As Honduras enters its second week of political crisis, the international community is beginning to take a second look at the murky circumstances under which the Honduran president Manuel Zelaya was removed from office and exiled from the country on June 28.

Until last weekend, world leaders were unanimous in their condemnation of the so-called military coup. But having been forced to watch the spectacle continue for a second straight week, the world has now become painfully aware of two things they had not anticipated.

The first is how ardent, unanimous, and organized the interim government in Honduras is against any sort of reprieve for Zelaya, much less his reinstatement.

The second is how erratic and unfit for leadership Zelaya has become. Both realisations have caused diplomats to rethink their strategies in the push for Zelaya's immediate and unrestricted return to power. As the standoff continues this week, the international community would be wise to bite its tongue and instead, push for what world leaders initially called a "Honduran solution" ? even if it's not the one they had in mind.

Last week's stance was simple: whether or not Zelaya's ouster is deemed a coup or not, removal of a democratically elected president by military force cannot be endorsed. With little further understanding of the contemporary politics of Honduras, this was the starting point with which the international community reacted. Initially, it appeared highly unlikely that the interim government assembled last week would be able to resist the mounting international pressure and growing isolation to reinstate Zelaya. Central American neighbours temporarily closed their borders to Honduras, donor agencies suspended aid, and some governments even threatened military intervention. As of last week, not a single country had agreed to recognise Roberto Micheletti as the new head of state. For one of the poorest countries in the hemisphere, economic and political isolation in the name of liberty is simply not tenable, so the reasoning went.

Over the weekend, that reasoning changed. On Sunday, Zelaya's triumphant return was stymied by a determined Honduran military, and bolstered by popular support for the interim government. Zelaya's premature and embarrassing return attempt may well prove to be the turning point in this high-stakes drama. As the clock ticks on Zelaya's comeback, the option of moving up November's elections to September becomes an increasingly appealing resolution for the international community.

Widely reviled by the political class in Honduras (including the leaders of his own Honduran Liberal Party), Zelaya is now known not only as the hapless president ousted at gunpoint in his pajamas, but also by his atrocious governance record and erratic behaviour ? which includes nearly doubling the minimum wage to the severe detriment of his country's economy, repeatedly refusing to submit a 2009 budget to congress, and ultimately disavowing both legislative and judicial checks on his power. Some countries, such as Canada, Taiwan and Israel are beginning to hedge their initial tacit support for Zelaya's return. Others that were only last week pushing for Zelaya's reinstatement are starting to realise that the bloodshed and turmoil that his return would inevitably cause may simply not be worth the trouble.

With the standoff as it is, key international leaders and organisations should take the following steps ? some of which they may already be doing behind closed doors - to help Honduras move forward.

First, someone in Micheletti's circle needs to help his interim government understand the necessity of managing its international public relations to help position itself for the coming negotiations. Loyalist partisans now serving as spokespeople for the government have failed miserably in persuading anyone outside of Tegucigalpa that the Honduran constitution ? which has no single mention of a provision for the removal of a president from office ? provides a legal basis for their actions. Blind intransigence worked to create the impasse thus far, but it will undercut their position as they seek to regain the confidence and repeal the sanctions of their allies, as well to placate a confused and increasingly indignant Honduran population.

Second, outsiders must ratchet down the rhetoric on "the future of Hemispheric democracy," the pressure to cut out aid for the poor, and the impending loss of OAS membership. They should focus less on pure democratic principles ? which have clearly failed Hondurans in one way or another over the past several months ? and more on pragmatic solutions that take into account both the precarious conditions on the ground and alternative resolutions that don't necessarily include Zelaya's full restoration.

Third, as Zelaya returns this week to Washington DC for meetings, key players like Hillary Clinton and Jose Miguel Insulza should take the opportunity to privately remind Zelaya and his entourage that without widespread international support, he would quickly join the lonely ranks of other regional coup victims such as Haiti's Jean-Bertrand Aristide and Ecuador's Jamil Mahuad ? inept and corrupt heads of state that were also removed from office, but with less than fierce global support for their respective reinstatements (both men live quite comfortably in exile today).

This might temper Zelaya's sense of entitlement and help him see the merit of scenarios that entail him standing down for the good and safety of his country. If some world leaders ? perhaps Brazil's Lula ? can shake some sense into Zelaya by threatening to temper international support, Zelaya could be forced to acquiesce to a brokered deal of immunity in return for a voluntary resignation. If he refuses, his only other option would be taking shelter within the Latin American left led by Venezuela's Hugo Chavez, a bloc which would make him a political martyr but likely be ineffective in retuning him to power, especially as the Honduran interim government seeks to run out the clock on Zelaya's remaining term in office.

We now know that a deal must be brokered, and that cooler heads must prevail. In order to curtail increased suffering and possible bloodshed, swift action towards a peaceful resolution is called for. Swift action this week, however, as opposed to last week, will now need to be coupled with more nuanced consideration of the problems and a focus on pragmatic solutions.

Copyright Guardian Newspapers Limited 2009

Aguanten Hermanos Hondureños



La noticia de la deposición de Manuel Zelaya, alias “Mel”, nos tomó a los centroamericanos por sorpresa, no porque se tratara de un presidente digno y respetable… sino que porque en nuestra región el desfile de corruptos y apátridas que hemos tenido, terminan felices y animosos su gestión, sin que nuestros apáticos pueblos digan esta boca es mía. Se trataba del derrocamiento de un hombre que llegó con un traje de conservadurismo ideológico a la presidencia, para pronto involucionar, convirtiéndose en un fan del aprendiz de fascista Hugo Chávez, quien a su vez, ha sabido –con malévola destreza- retorcer la ley, quebrar la institucionalidad y burlarse de la constitución venezolana… para perpetuarse en el poder, al mejor estilo de otros dictadores de la historia contemporánea.

“Mel” Zelaya, adoptó –sin más- la receta de la “dictadura democrática” que fue diseñada y propuesta por Chávez y quiso – a ultranza y contra derecho- hacer su soberbia voluntad, importándole un comino, lo que opinara el Organismo Judicial de su país, ignorando la seriedad del mandamás de su ejército, al oponerse a obedecer al presidente en perpetrar una ilegalidad y burlando la opinión de la autoridad electoral y del propio congreso hondureño. La reacción, no se hizo esperar y los amantes de la libertad y la democracia hondureña, fraguaron un plan –desde su perspectiva legal- que partió de una orden de captura que el ejército hondureño simplemente ejecutó ¿Debían las fuerzas armadas acaso, negarse a cumplir con una orden judicial?

Simultáneamente, el congreso hizo lo propio y por abrumadora mayoría acudió a nombrar como presidente, a quien su propia legislación manda… es decir –al no haber vicepresidente- al presidente del Congreso. Cabe indicar que se trata de un correligionario de Zelaya que contó con el respaldo de casi todos los congresistas… e indudablemente el Congreso es el poder más representativo de cualquier democracia. Un error se dio en la estrategia por deponer al potencial dictador Zelaya quien fraguaba –a todas luces- perpetuarse en el poder. El detalle erróneo fue no encarcelar al infractor flagrante de la ley, Manuel Zelaya o al menos confirmarlo a arresto domiciliario.

Lejos de eso, resolvieron, dejaron en Costa Rica, en pijama y con ello, lo convirtieron de victimario a víctima… de pronto el mañoso presidente depuesto, era visto por el mundo como héroe de la democracia o como un rey sin corona.

Justamente así se sentía –previo a su destitución- “Mel”, como un rey… como un señor feudal, dueño de vidas y hacienda que –desde su perspectiva miope y distorsionada- no debía sujetarse a nada… ni a la constitución. Pensó “Mel” que era soberano y que su palabra era la ley que podía atropellar instituciones, destituir a quien le diera la gana y burlarse de los pesos y contrapesos que proponen los sistemas democráticos, justamente para evitar los abusos. Ignoró “Mel” que la alternabilidad en el poder, es uno de los fundamentos básicos de la democracia, es decir, no se le puede llamar democracia a una nación que tiene un dictador “electo” periódicamente, al estilo de Fidel Castro… quien “heredara democráticamente” su dictadura a su hermanito Raúl. Paradójicamente son Raúl Castro y Hugo Chávez, dos antidemocráticos consumados, quienes hoy alegan respeto a la democracia ¡Por favor!

Perpetrada la corrección a los abusos de “Mel” y siendo ya éste, “una víctima” favorecida por los neo socialistas y neo dictadores “democráticos” de Latinoamérica, liderados por el obtuso y abominable golpista Hugo Chávez… las cartas estaban echadas. De allí en adelante, era cosa de ponerle los hilos a la marioneta de apellido Insulza, para que primero Centroamérica y luego la OEA en pleno, condenaran el “derrocamiento por golpe de estado del democrático Zelaya”… que realmente no es tal cosa. Así ocurrió y sin ápice de sentido común o criterio propio, los otros presidentes centroamericanos mordieron el anzuelo, se sumó al rechazo Felipe Calderón de México y hasta el otrora sensato Álvaro Uribe.

Ahora ya “no importa” que Zelaya esté acusado de corrupto o que haya querido perpetuarse –a la fuerza- en el poder, propiciando mediante sus argucias un golpe de estado técnico… lo “único que importa” desde la perspectiva burocrática de altos vuelos, aglutinada en la OEA, es que los hermanos catrachos, reciban con los brazos abiertos al traidor “Mel” cuyo destino debiera ser –no la presidencia- sino los tribunales y luego la cárcel. Honduras se ve sitiada por malos vecinos (oficiales), es incomprendida en su esfuerzo plausible por autodeterminar su camino; los hondureños ven amenazadas sus ilusiones y hasta su abastecimiento, porque un mundo hipócrita y una institución hipócrita como la OEA, se rasgó las vestiduras, ante la deposición de un mal presidente pero ve para otro lado, cuando Chávez, Correa, Morales, Ortega y demás tipejos con aspiraciones dictatoriales, someten y asfixian la democracia… la OEA se convierte –entonces- en un organismo facilitador del fascismo y consentidor de lo deplorable. Planteo por último una pregunta ¿Se habrá percatado la OEA y los presidentes latinoamericanos que condenan –ideológicamente- al actual gobierno hondureño, que su defensa oficiosa de “Mel” implica cuestionar al congreso hondureño y su Corte Suprema de Justicia? ¡Piénselo!

Viva la Libertad

Viewpoint: Viva la libertad
BY ROBERT SOAVE
ON JULY 5TH, 2009
It’s appropriate that in the same week our country celebrates the anniversary of its independence, there are several shining examples of corrupt tyrants being expelled from power all over the world.

One of these examples is remarkably close to home. Just one week ago, Detroit City Council member Monica Conyers resigned from office and now faces a five-year jail sentence for allegedly accepting bribes in exchange for her vote. Conyers’s resignation comes just a few months after Detroit Mayor Kwame Kilpatrick plead guilty to felonies and resigned from office.

The city of Detroit has suffered for years under the regimes of wickedly corrupt officials like Conyers and Kilpatrick. But the fact that these powerful politicians were finally overthrown is a testament to the enduring strength of the people of Detroit, as well as the strength of the state’s courts, prosecutors and media.

And yet, Detroit’s revolutionary achievement is not the only one in the news this week. On June 28, a day before Conyers resigned from office, the nation of Honduras exiled its president, Manuel Zelaya, in what has been labeled as a coup d’etat by the international community.

A coup isn’t usually thought of as a good thing. Indeed, Latin America has seen its fair share of right-wing coups that replace one tyrant with someone worse. But what happened in Honduras on June 28 wasn’t a coup. Zelaya violated the Honduran constitution by pushing for a ballot referendum that called for the constitution to be rewritten. His reason for this referendum is obvious — Honduras’s constitution prohibits any president from serving multiple terms. In fact, it goes as far as to prohibit the constitution from ever being changed to allow a president to serve a subsequent term.

As Octavio Sanchez, Honduras’s former minister of culture, explained in a July 2 article in The Christian Science Monitor, the constitution clearly states that “whoever violates this law or proposes its reform, as well as those that support such violation directly or indirectly, will immediately cease in their functions and will be unable to hold any office for a period of 10 years” (A ‘coup’ in Honduras? Nonsense., 07/02/2009). This means that the supposed coup d’etat — technically speaking — didn’t take place. According to Sanchez, “soldiers arrested a Honduran citizen who, the day before, through his own actions had stripped himself of the presidency.”

This view of Zelaya’s actions is widely agreed upon within the Honduran government. As Alvaro Vargas Llosa, director for the Center on Global Prosperity at the Independent Institute, observed in a July 1 article in The Washington Post, “Every legal body in Honduras — the electoral tribunal, the Supreme Court, the attorney general, the human rights ombudsman — declared the referendum unconstitutional” (Honduras coup is President Zelaya’s fault, 07/01/2009). Zelaya had defied the Supreme Court by ordering the military to prepare for an unconstitutional referendum. The head of the military refused to comply with Zelaya’s orders, was fired, and then reinstated by the Supreme Court. Zelaya’s abuse of power was flagrant, maniacal and unconstitutional.

And yet the world has reacted to Zelaya’s overthrow with universal condemnation. President Barack Obama said, “we believe that the coup was not legal and that President Zelaya remains the democratically elected president there.” Venezuelan president Hugo Chavez — who got rid of his country’s term limits via referendum last year — has all but declared war on the new president, Robert Micheletti.

The world needs to wake up to the reality of the situation in Honduras. Zelaya has no more right to remain in power than Conyers. In a June 27 editorial, The Detroit News wrote that Conyers’s corruption “violates the public trust, breaks her fiduciary duty to taxpayers and is overwhelming grounds for her removal from office” (Monica Conyers should resign seat, 06/27/2009). The same thing could have been written about Zelaya. Just as the workings of the legal system of Michigan and Detroit eventually defeated Conyers, so too has Honduras’s legal system triumphed over Zelaya’s attempt to grab more power for himself. It should be celebrated — not condemned — that Honduras, whose democratic tradition only extends back a quarter of a century, can expel a corrupt tyrant just as easily as the United States, where democracy has largely flourished for two hundred years.

Thomas Jefferson famously said, “the tree of liberty must be refreshed from time to time with the blood of patriots and tyrants.” At least this Fourth of July week, only the tyrants are hurting.

Robert Soave is the summer managing editor.